domingo, 21 de octubre de 2007

Soy una playa desnuda detrás de las rocas

Autor me habla de la envidia como capitalismo de los ojos.
Me dice tus impares quieren comer enterito el Estado como fórmula
de una rebeldía carcelaria por los sistemas.
Me pongo entonces mi vestido Genet: y quiero matar
a todas esas vedettes babosas por el Panorama.
Nacieron circuncidadas. Nacieron Manoseadas
y se hicieron trizas los ojos por el poema capitalista.
El Monstruo Andes está ahí: ensimismando su rabia.
Cuidado con su lava, puede que Autor la agarre y escriba
hoja a hoja el cáncer de las palabras.

Autor me dice que un aplauso es el primer bostezo del sonido.

Es de barro mi imperfecta corporalidad




Autor dice que lo correcto agobia.
Mi intención no es escribir lo más correctamente posible,
sino desangrar los símbolos, sacarle el tumor a lo mil veces visto, respondo.

Autor me grita: cojonudo, puedes tropezarte con el barro.

Prosigo: las mejores escrituras nacen de un error, de un error hermoso.

Te vistes de Alicia, me dice autor anacrónico.
Te vistes de Marosa, de Plath, nuevamente de Alicia.
Y sin embargo mientes.

(Y mi aire agua se le cuela como lengua)

Autor me tira las bolas. Autor me desplaza teórico angular.
Autor quiere que mi Monstruo Andes despierte.
Sin embargo no me deja sin su imprenta: la yaga que lentamente
Me teora.




sábado, 20 de octubre de 2007

Mi ANDES -under- está sangrado otredades

Me pinto de Alicia y quiero tajarme el más bello planeta. Uno que no limite con el universo. Algo así como una serpiente emplumada de sueños. Estoy agotado de vedetas, de mulatos vestidos de dólar. Y me digo: las rocas tienen el corazón que los vidrios me llevan.
Es la hora de vestirme de lluvias y llover toditos los gestos que asquean las escrituras vigiladas.
Me pinto de otras telas y otros personajes; y escribo esto, porque mi Monstruo Andes no me está mirando ahora.

Ahora:
Pienso que me voy a pitear a los sidarios literarios malditos.
Autor dice que no meta la sangre en la escritura.
Respondo que es mejor morir desangrado, que sometido a la violencia del poder.
Autor me da la espalda y corre detrás del texto que relata mis ojos
y se pone a pensar bajo la sombra del Monstruo Andes.

martes, 9 de octubre de 2007

Mis ojos son rocas volcánicas




Si miras de cerca la creatividad podrás ver algún indicio de rebeldía ahí en las letras. Si ves esa roca que habla todos los lenguajes de la humanidad no podrás ver siquiera la sílaba que buscas para completar la furia de la piedra.


Me dices que es mejor morir sobre la solapa instuticional de la sensibilidad. Mejor me parto las venas de un harkiri ahí en la escritura.


Autor dice que mejor me vaya al infierno. Autor dice que el mar se me cuela hondo cuando nazco. Autor dice que desconfía de mí porque soy nonato. Autor me dice que Andesground te ves cuando no persigues siquiera tu sombra.


Entonces me escondo fuertemente raspando las murallas que habito como un condenado a decir verdades en medio de la patria.


Patria? por qué te han utilizado? Autor dice que es mejor la sinonimia, autor dice que quizá se termine prontamente la estrella universal que me acaricia.


Autor me increpa por tratar de reutilizar las palabras. Que de tanto Usa se rompen como olas.


lunes, 8 de octubre de 2007


Detrás de las rocas, hasta el fin de la cima, antes que mi valle se apague, desde que escuché tu viento raco, cuando me dijeron que las rocas tenían corazón, cuando le llame lluvia a tus hielos, y esos ojos del salado tan hermosamente pacíficos, y esos caminos tan pedregosos de ánimas, desde ahí, no de otro lugar, no más allá de ti, no más franchete usaísta, no, solamente desde ahí escribo.
Escuchen entonces mi rabia Andesground.
Escuchen y vean mi índigo mestizaje Andesground.
Escuchen y ven y huelen así sentaditos como se forma este Monstruo Andes.
Ahí dirán: ¿Por qué mirar tanta pasarela?
Pasen nos más los invito, detrás de las rocas, ahí está el verdadero escenario.